02 junio 2008

Silviane Barbato

ALFABETIZACIÓN Y PRÁCTICAS DE CULTURA: ORGANIZACIÓN, PLANIFICACIÓN Y EVALUACIÓN Silviane Barbato[1]
Presentación: El objetivo de este texto es presentar brevemente el modo cómo planeamos y evaluamos las salas de alfabetización en dos proyectos de alfabetización realizados en la Universidad de Brasilia.
Alfabetizar jóvenes y adultos utilizando las prácticas de cultura locales, regionales y nacionales es una forma de aproximarnos a los alumnos, creando un vínculo con los mismos, a fin de tornar significativo el aprendizaje. Procuramos desarrollar las actividades de alfabetización prestando atención a las historias contadas en las comunidades donde alfabetizamos, sus formas de pensar, de decir, las palabras utilizadas y las formas en que se organizan los discursos. Contar historias, discutir un tema, reflexionar sobre un texto en el aula, ( ya sea un reportaje, un cuento, una poesía, una canción ) es una forma de organizar el conocimiento con los alumnos y las prácticas de lectura y escritura.
¿ Y cuál es el objetivo a ser alcanzado con nuestros alumnos durante la alfabetización ? Al principio, que cada alfabetizando aprenda a leer y escribir palabras y pequeños textos ( por lo menos un pequeño párrafo o una sucesión de algunas frases simples encadenadas por un mismo tema ) y que desarrollen la participación y la crítica ciudadana a partir de la discusión de temas de interés de las comunidades involucradas.
Planeamiento de las aulas
[2]: Para planear en las aulas intentaremos conversar con las personas, observar las comunidades y su ambiente alfabetizado: lo que tengan escrito en las paredes, en los comercios, las calles, las direcciones, los nombres de las personas y sus documentos, los nombres de las localidades y los municipios y lo que las personas tengan escrito en sus casas o en sus ropas. Una cuestión relevante es la motivación que debe ocurrir en las aulas. Por causa de esa diversidad de orígenes, nuestros cursos son bastante heterogéneos. Tuvimos en diversas aulas, frases cómo “ Papagayo viejo no aprende a hablar”. Otras veces, después de un fin de semana, ellas dicen : “ probé todo”. Aprendemos que estas son formas de expresar dificultades en retener tanta información nueva.
Generalmente, los alfabetizadores planifican las aulas semanalmente: en sus cuadernos definen los objetivos, lo que va a ser aprendido, las actividades a desarrollar, dejando un espacio para comentarios breves, sobre lo hay de cierto o que puede ser modificado o lo que fue introducido y que no estaba planeado. Y, también, si algo no es certero o si alguien está faltando mucho. Las actividades son organizadas teniendo en vista dos procedimientos básicos: el primero consiste en partir de un modelo que es seguido durante los ejercicios por los alumnos. El segundo procedimiento puede direccionar a los alumnos para la construcción de las explicaciones y resolución de los ejercicios, por medio de preguntas y guías que van orientando este descubrimiento. Las actividades en grupo deben ser organizadas a fin de que los alfabetizandos puedan aprender ayudándose mutuamente.
Las aulas, las secuencias de aulas, son organizadas por temas de interés colectivo cómo, por ejemplo, la historia del lugar donde viven los alumnos, derechos humanos ( educación, salud, trabajo, seguridad y vivienda ) . Algunas veces, el alfabetizador trabaja las fechas más importantes para la localidad y se fija en problemas de interés del grupo, cómo por ejemplo, el código de tránsito o de las leyes que rigen en el lugar.
Desde el primer día de aula, los alfabetizandos son incentivados a seleccionar diferentes soportes de textos: libros, revistas, diarios, panfletos y afiches, etc. A pesar de que no sepan leer, la forma cómo se organizan los textos y donde son publicados, puede ayudarlos a construir conocimientos sobre la escritura y cómo los diversos textos pueden tratar de asuntos semejantes o completamente diferentes. Los alfabetizadores ayudan a esta construcción dialogando con los alumnos, tomando como punto de partida imágenes (fotos y diseños) que componen los textos.
Toda actividad de lectura y escritura es una actividad comunicativa: los escritores que producen un texto se quieren comunicar con alguien (o sea el lector) y para ello, seleccionan una forma ( billete, carta, entrevista, reportaje, cuento, lista, receta, manual, libro didáctico, narrativa de ficción, historia de vida, etc. ), un asunto y un soporte ( donde escriben, publican ). Así, al leer el índice de un diario, el alfabetizador puede comentar brevemente cómo se organiza el diario y, por otro lado, hacerlos descubrir el tema partiendo del análisis de imagen. Otra posibilidad es que el alfabetizador comente cómo es organizado un poema y leerlo para el curso. Enseñar las formas de los textos no es una prioridad, pero los comentarios pueden ayudar a promover la curiosidad de los alfabetizandos para las formas que toman los textos, cuando y para qué utilizarlos, volviendo significativo el aprendizaje y, tal vez, llevándolos a buscar este conocimiento fuera de las aulas, en su día a día.
Las primeras aulas: Las primeras aulas son dedicadas a la presentación del alfabetizador y de los alfabetizandos. Cada uno va al frente, hace el símbolo de su nombre, dice cómo se llama y cuenta la historia de su nombre ( si quiere ). El alfabetizador escribe el nombre de la persona al lado del símbolo que hace, si es que esta persona no sabe diseñar su nombre. Si la persona sabe firmar con su nombre y no es muy legible, el alfabetizador pide permiso y escribe en imprenta mayúscula el nombre. Cada uno copia el símbolo y su nombre en su cuaderno.
En las aulas siguientes, iniciamos el tema que llamamos de “ Yo y mi asentamiento” / “ Yo y mi municipio “, en el que trabajamos los nombres, las historias y los mapas más importantes para el grupo. Las preguntas que intentamos responder en ese momento son: Quienes somos? Dónde vivimos ? De dónde venimos?
Los nombres de los alfabetizandos son escritos utilizando diferentes dinámicas, por ejemplo: en fichas para que ellos lean y descubran de quién es el nombre escrito; escribimos cada nombre en una ficha de papel para que cada uno reconozca el suyo entre los otros cuando llega al aula; o fijamos las tiras con sus nombres en sus sillas , así se sientan en la que escogen para comenzar el trabajo. Utilizamos también los documentos personales, cómo certificados de nacimiento y comprobantes de trabajo.
En seguida, trabajamos el nombre de las localidades y del municipio y sus historias y, posteriormente, los nombres de las provincias y del país. Ellos hacen el diseño del mapa de dónde viven y utilizamos los mapas de las localidades, los municipios y el país. Si fueron migrantes, organizamos pequeños mapas individuales con la trayectoria de cada uno hasta la llegada a la localidad donde vive actualmente, escribiendo y leyendo brevemente, los nombres de las ciudades y provincias por dónde pasaron. En los mapas de las localidades, deben ser escritos los nombres de las calles y dos referencias tales cómo : iglesia, casa de..., etc. No dejamos nada sin escribir. De un aula a otra, recordamos las palabras, frases y textos estudiados, utilizando inclusive el material producido en aulas anteriores. Se trabaja en el pizarrón y en el cuaderno las palabras estudiadas, leyéndolas y escribiéndolas. Se puede utilizar el alfabeto móvil para construir las palabras a partir de los modelos escritos en el pizarrón, individualmente o en grupo. Leemos y escribimos siempre pequeños trozos de textos y palabras enteras antes de trabajar con sílabas y letras.

El trabajo con el tema:Los primeros meses, se debe escribir en imprenta mayúscula, pues es más fácil que ellos la retengan cómo un todo y diferencien las letras y las sílabas que componen cada palabra. A continuación, presentamos la secuencia de trabajo con el tema. El tiempo tiene que ser bien administrado, pues una secuencia de éstas puede durar varias aulas. El alfabetizador debe verificar siempre que sus alfabetizandos están acompañando las explicaciones. a)Presentación del tema: este es el momento introductoria del aula. Se presenta el tema (por ejemplo salud) un sub.-tema (dentro de este, por ejemplo, nutrición) El alfabetizador puede leer sobre el tema y hacer una breve presentación oral, de un máximo de 10 minutos; presentar una temática y llevar a construir a los alfabetizandos, conocimiento sobre el tema, cómo un diálogo, teniendo la temática cómo mediadora; presentar una noticia del diario, un poema, una crónica (del diario), una canción (cantando con ellos) que trate el tema y después comentar con los alfabetizandos, o puede desarrollar una actividad, por ejemplo, con una dinámica ligada al tema.
Un tema puede ser explorado por algunas semanas , o más, dependiendo de la cantidad de sub.-temas que sean interesantes para los alfabetizandos.b)Discusión: la discusión se inicia a continuación.En ese momento, el alfabetizador los motiva a charlar sobre el tema, intercambiar impresiones, conocimiento. Si no supieran cómo hacer, el alfabetizador hará preguntas “clásicas”: Qué? Dónde? Cuando? Quién? Por qué?. En la discusión, siempre hay alguien que conoce y se interesa por el asunto. Y también es un momento de escucha en el que el alfabetizador anota algunos comentarios de los alfabetizandos. c)Texto colectivo: Puede ser escrito desde las primeras semanas de aula de dos formas: la primera, en la sala del aula. El alfabetizador explica para los alfabetizandos en qué momento van a escribir, juntos, un texto. Todo texto tiene un título y ese título tiene que estar relacionado con el tema discutido. Entonces, recuerdan lo que discutieron y escriben algo al respecto. Los alfabetizandos dictan y el profesor escribe de forma legible en el pizarrón.
Los primeros textos pueden ser breves, tres o cuatro frases sobre el asunto. A medida que los alfabetizandos aprenden a leer y escribir, los textos pueden ser más extensos, pero no aconsejamos que se produzcan textos mayores que tres párrafos. Los alfabetizandos, todavía se tienen que preocupar en otros aprendizajes: cómo se transcribe un sonido, cómo se lee y cómo se escribe tal palabra, cómo juntar las letras, las palabras, qué letra colocar, qué sílaba, dónde colocar el punto final. Un segundo modo de hacer un texto colectivo, es llevar sus anotaciones de discusión a la casa y hacer un breve texto. El alfabetizador escribe el texto en una cartulina, utiliza un mimeógrafo o una fotocopia y la presenta en la siguiente aula a sus alumnos. En la cartulina, las letras deben ser escritas en imprenta mayúscula y en tamaño suficiente para ser leída de corrido por todos. Las palabras deben ser escritas en tinta oscura, bien separadas entre sí. Si se van a ser fotocopias, las letras deben ser mayores que lo normal, en computadora en tamaño 16 y con un espacio de 1, 5 entre líneas. Los alumnos tienen que aprender a leer las palabras y observar cómo son compuestas. El alfabetizador lee los textos con los alfabetizandos, siempre señalando ( cómo si estuviera subrayando con la mano ) la parte de la palabra que está siendo leída.d)Desdoblamiento de lectura, escritura y matemática: en este momento, el alfabetizador debe trabajar la lectura de las palabras. escoge las palabras a partir del texto colectivo. Al inicio, son analizadas dos o tres, aumentando el número de palabras a medida que los alfabetizandos se van familiarizando con los procesos desarrollados. El desdoblamiento,los trozos de texto, frase y palabras son leídos en conjunto varias veces. En esta fase, el alfabetizador utiliza ejercicios cómo: ligar figuras a las palabras; o puede colocar la palabra entera y, al lado, escribirla sin la primera letra, señalando apenas el lugar en que falta la letra, para que los alfabetizandos comparen las dos formas. El alfabetizador trabaja también las sílabas, siempre señalando cuantas unidades faltan, cómo un juego de fuerza. A continuación de comparar las palabras, se trabaja solamente lo que falta en cada una de ellas. Los alfabetizandos pueden resolver alternadamente, en el pizarrón y en el cuaderno, los problemas de formación de palabras.
La palabra puede ser analizada a partir de la familia de sílabas, las vocales y las consonantes. Cuando trabajan las letras, escriben el nombre, haciendo imitar los sonidos que ellas hacen. El aprendizaje de las letras y las sílabas debe ser significativo, no debe ordenar el aprendizaje, sino más bien ser el producto del trabajo con el tema y sus textos colectivos. Debe haber tiempo para que los alfabetizandos puedan copiar las palabras y para que puedan ir al pizarrón y construir nuevas palabras y frases. Ellos pueden hacer un collage a partir del tema y utilizar el alfabeto móvil. Es importante que en todos los ejercicios haya lectura y escritura. Ningún diseño debe ser dejado sin la firma y algunas palabras. Los alfabetizandos son incentivados a escribir desde el inicio, por más que produzcan formas no convencionales cómo : 0 0 0 0 0 (cinco bolitas), después el alfabetizador pregunta lo que querían escribir y, cuando juzga necesario, pide permiso para escribir el trabajo del alumno en forma convencional, para que él pueda comparar las dos formas. Debe tener conciencia de que el período de alfabetización no es momento para estar corrigiendo obsesivamente la ortografía, esto es para después. El alfabetizador siempre debe procurar resolver los problemas en el pizarrón, colectivamente, para que todos acompañen su raciocinio y aprendan. En este momento, los alfabetizadores también trabajan un poco de matemática, desarrollada en el tema y en los textos. ( Ver los parámetros de la EJA, donde se encontrarán varios ejemplos )
[3].
e)“Hago y cuento”: esta actividad es combinada anticipadamente..Algunos alfabetizandos traen una tarea que sepan hacer: cantar, tocar un instrumento, hacer croché, tallar madera, elaborar yerbas medicinales, huertas comunitarias, remedios para plagas de las plantas, etc. Cuentan un poco cómo surgió su interés, quién les enseñó y muestran al resto cómo se hace. Esta actividad debe ser utilizada cómo base para el desdoblamiento de las prácticas de lectura, escritura y matemática. f)Aulas de campo: esta es una actividad desarrollada fuera del aula. Educadores y alfabetizandos pueden visitar una feria o museo local y después, hacer un desdoblamiento en el aula. Lo importante es que sea placentero y no genere gastos. En el área rural, las aulas tienen que ver con la visita de alguien que va a hablar sobre un determinado asunto; participación de una charla sobre educación ambiental, aprendizaje de algún tipo de técnica de cultivo, etc. Una técnica que usamos cuando tenemos presupuesto para esto, es a salir a sacar unas fotos con los alumnos de acuerdo con los temas. Se discute en el aula un tema cómo: la escritura en mi comunidad (las informaciones escritas) , lo que me gusta hacer o, todavía, mi trabajo, etc. Cada alfabetizando escoge una foto que quiera sacar. Si sabe manejar la máquina, él lo hace, sino, lo hace el alfabetizador. Revelamos y hacemos una discusión en dónde cada uno presenta su foto, explicando porqué la sacó, escribimos frases sobre cada foto, etc., y luego podemos organizar una exposición en la comunidad. El alfabetizador también puede hacer una actividad en la que los alfabetizandos votan cuál sería la mejor foto de cada tema y escriben diferentes textos colectivos sobre las fotos.
g)Actividades de lectura para la comunidad: Esta actividad puede ser desarrollada en la última aula de la semana. Puede ser preparada una lectura para la comunidad de un texto producido por el grupo de alfabetización: una carta, una invitación, un texto colectivo, un texto con noticias de lo que ha acontecido en el aula, la organización de materias, como también noticias leídas en el diario, reportajes interesantes de revistas que van a ser pegados en locales públicos donde las personas de la comunidad pasan: la puerta de un sindicato, una iglesia, el corredor de una escuela o en un pizarrón de aviso.
Evaluando el proceso de enseñanza-aprendizaje: La evaluación es un proceso en cual, en varios momentos del curso, se procura verificar lo que el alfabetizando está adquiriendo, las habilidades en lectura y escritura. En nuestro proyecto, los alfabetizandos son acompañados de tres formas: 1) por la realización de tres sondeos; 2) el alfabetizador colecta, mensualmente un ejemplar del trabajo desarrollado por cada alumno; 3) el alfabetizador mantiene una ficha para cada alumno con anotaciones mensuales sobre el desempeño de las habilidades de lectura, escritura y oralidad. Al final del curso, si el alfabetizador sabe leer y escribir palabras y frases simples, se considera que alcanzó el objetivo de alfabetización. Alfabetizandos que ya dominaban algunos principios, pueden llegar a escribir pequeños textos, más de modo general, quién llegó con poca información sobre cómo se lee y se escribe convencionalmente, va a alcanzar una lectura y escritura de series de palabras y frases simples. Este es, entonces, el objetivo de evaluación en alfabetización. En el primer ciclo de escolaridad regular ( y para el resto de la vida ) este proceso va a ser perfeccionado. En nuestros primeros días de funcionamiento de aula, aprovechamos para hacer un breve sondeo, procedimiento que puede ser repetido en la mitad del curso y en la última semana de aula. En el primer sondeo, los incentivamos a escribir su nombre, un ejercicio de ligar figuras a las palabras y lectura de las palabras simples más conocidas y utilizadas por la comunidad. En un segundo y tercer sondeo, pedimos también que los alfabetizandos completen las palabras y las frases simples, con palabras que pueden ser elegidas entre un grupo, por ejemplo. En un último sondeo, pedimos que escriban palabras, frases y, si es posible, un pequeño texto, sobre los temas trabajados.
La organización de las informaciones (tamaño de la letra, etc.) es importantísima. En las evaluaciones, el objetivo es verificar lo que fue aprendido en el trabajo con los temas, por eso utilizamos palabras, frases y trozos de textos trabajados. El sondeo, no es un momento de aprender, es un momento de verificación de aprendizaje. En el último sondeo, nosotros utilizamos una serie de pequeños ejercicios y la fotocopia de una foto de algunos temas y muchos consiguen enumerar los objetos presentes en la foto. Un sondeo puede llevar una o dos aulas, pues es importante que ellos tengan tiempo para demostrar lo que saben. El alfabetizador le da instrucciones a los alfabetizandos, introduce dudas, conversa lo necesario y espera que hagan el ejercicio dado, observando si precisan de ayuda. Si precisan, siempre es bueno dialogar con el grupo, colectivamente, para que todos expongan sus dudas, reciban explicaciones y acompañen los direccionamientos del alfabetizador. Por eso, pedimos que el alfabetizador sólo converse con los alumnos, pero que no vaya al pizarrón y dicte las soluciones. Si alguien continúa con dudas, entonces, puede recibir ayuda individualmente.
Evaluamos siempre de la siguiente forma: hecho sólo, hecho con ayuda (del alfabetizador), no hecho. Si el alfabetizando pide ayuda, el alfabetizador puede conducir la respuesta del alfabetizando por medio de instrucciones y preguntas constructivas. En otros casos, el alfabetizador debe ir señalando en el sondeo la parte en la cual, el alfabetizando recibió direccionamiento. Pensamos que quién consigue hacer con alguna ayuda, está en camino de aprender. Quién está con muchas dificultades, no consigue responder al sondeo ni con la ayuda del alfabetizador. No juzgamos la ortografía, pero sí, si el alumno domina los principios de lectura y escritura.
El alfabetizador también acompaña al alfabetizando de otra manera. En un fichero, guarda la ficha de inscripción de cada uno de los alfabetizandos con sus datos personales y sondeos, al final de cada mes, recoge ejemplos de sus trabajos más relevantes. Esto lo ayudará a evaluar el proceso de aprendizaje de cada uno, a partir de una visión de desarrollo individual, desde el primer sondeo hasta el último. Por último, el alfabetizador anota en una ficha individual una evaluación mensual de los alfabetizandos,utilizando sus observaciones sobre el desarrollo y los trabajos elaborados, teniendo en vista, las siguientes habilidades: en cuanto a la lectura: lee palabras, lee frases, leer trozos de texto, identifica palabras en textos, lee pedazos de palabras, sabe el nombre de las letras, identifica letras en textos. El alfabetizador debe tener en mente que, para saber leer, se debe entender lo que se lee.
·en cuanto a la escritura: escribe palabras, escribe frases, escribe trozos de textos ( dos o más frases teniendo un tema en común ); escribe textos breves con título, escribe pedazos de sílabas sueltas; escribe letras sueltas. ·en cuanto a la oralidad: participa de las discusiones; participa de las discusiones desarrollando puntos de vista coherentes con el tema discutido; comprende e interpreta oralmente el significado de los textos leídos y escritos en el aula .
Conclusión:En este trabajo, esperamos tener señalado los principios más relevantes de organización, planificación y evaluación del proceso de alfabetización de acuerdo con la práctica que mantenemos en el Distrito Federal y en Entorno , práctica que apunta a alfabetizar a partir de los temas que son relevantes para los alfabetizandos.

Referencias bibliográficas comentadas

1-Ministerio de Educación y Cultura. “ Parámetros curriculares para la Educación de Jóvenes y Adultos. “ 2000.
2-Ministerio de Educación y Cultura y Acción Educativa. “ Vivir y aprender “. 2000
[1] Formada en Letras y Profesora y Doctora del Departamento de Psicología Escolar y de Desarrollo de la Universidad de Brasilia. Coordina el Proyecto Tierra, Educación y Ciudadanía, PRONERA. DF y Entorno, en asociación con el Decanato de Extensión, Facultad de Educación de la UNB, INCRA, MST y FETADF.
[1]
[2] Hace referencia a lo que nosotros denominamos cómo “encuentros entre Ar y Ao.”
[3] EJA: Educación de Jóvenes y Adultos en Brasil.

No hay comentarios: